1. Se admite un mayor número de contactos del que normalmente se permiten si estos equipos no están implicados, con lo que los equipos con una plantilla menos potente en lo físico salen bastante perjudicadas. Si siempre se arbitrase de esta forma sería coherente, pero como esto no sucede así, este tipo de arbitraje sólo aparece cuando juegan estos dos equipos, y eventualmente algún conjunto con una plantilla de una configuración similar.
2. Sanción de violaciones. Esto es quizás lo más curioso que puede observarse en una cancha en cuanto a disparidad de criterio. En ocasiones, según quien tenga el control de balón podemos ser testigos de una transformación kafkiana de nuestros colegiados. Cuando los poderosos tienen la posesión en ocasiones se transforman en árbitros NBA, permitiendo una cantidad de violaciones del reglamento en lo que a los pasos de salida se refiere digna de estudio. Claro que en la otra parte de la cancha vuelven al viejo continente, desquiciando a los equipos rivales, y a una afición que le cuesta entender estos cambios geográficos tan peculiares. Lo mismo sucede respecto a la permanencia en zona, que de forma no oficial se tiende a pitar poco, pero la presencia continuada de los jugadores en la misma en situaciones ofensivas sugiere que esta premisa debería ser revisada, o cuando menos aplicada equitativamente.
3. Aunque una vez más pertenece al mismo asunto - disparidad de criterios - el tema de los bloqueos tiene derecho a un apartado propio. En el baloncesto moderno el pick & roll y el pick & pop tienen una importancia fundamental en el entramado ofensivo de los equipos. Por ello, la adquisición de ventajas mediante estos movimientos puede ser sangrante si se logra por medio de la ilegalidad, es decir, con el jugador que realiza el bloqueo en movimiento, o fuera de su cilindro. De este modo, a estos equipos - que son los que más usan además estos movimientos- se les permiten muchos realizados de forma ilegal, obteniendo una ventaja injusta, ya que una vez más el criterio no es el mismo.
4. En la liga ACB importa mucho quien seas, y los galones que tengas. El reglamento dice otra cosa, por supuesto, y el espíritu del juego necesita que sea respetado adecuadamente. A veces es tan manifiesta esta manipulación, o como mínimo la evidencia de unos errores de bulto, que tienden a buscar una compensación a la mínima oportunidad, tratando de mitigar un error, con otro de mayor calado si cabe.
Esto no significa que los árbitros de la liga ACB sean peores que los de otras ligas europeas. En un deporte moderno, como todos, dominado por los intereses de los poderosos, convendría conservar en la medida de lo posible una ecuanimidad que por lo menos no desquicie a los menos pudientes, que recurren quizás demasiado al pataleo para ocultar los errores propios, pero eso no significa que en muchas ocasiones no esten cargados con la razón.
