Se trata de un jugador que está dando mucho que hablar, destacando notablemente en esta temporada, en uno de los equipos punteros del Este y de la liga. Si. Nos encanta Tatum. Y cuanto más lo vemos, más nos gusta. Tiene algo especial. Danny Ainge supo verlo y acertó apostando por él. Otro tanto más que añadir en su cuenta. La leyenda de los Celtics está haciendo un magnífico trabajo de despacho, armando un equipo compacto y confiando en la gente adecuada. Ya fue un jugador de prestigio en la High School. Formado en el Chaminade College, en Missouri. Su excelente desempeño le valió recibir premios como Jugador del año y atleta del año, además del prestigioso Gatorade National Player of the Year, que le abrió las puertas a los eventos más importantes para jugadores de instituto. Las perspectivas eran excelentes.
El amigo Jayson supo elegir el mejor destino posible. Un jugador de su inteligencia sobre la pista, con gran capacidad para asimilar el juego colectivo y que juega con una gran madurez estaba predestinado a ser un Blue Devil. Un sólo año junto a Coach K, uno de los mejores entrenadores de la liga universitaria - y del baloncesto en general-, muy bien aprovechado. Normalmente a muchos jugadores el permanecer una sola temporada les hace entrar en la liga sin la formación adecuada, pero este no es el caso de Tatum. Aprovechó cada minuto para continuar aprendiendo, y tuvo una mejora palpable en la ocupación del lado débil, buen acierto en tiros abiertos, y una mejora en lectura de juego notable.
Danny Ainge quedó maravillado con sus condiciones en los campus de entrenamiento, donde las escasas dudas que pudiera tener, quedaron aniquiladas. Había encontrado un jugador sobre el que asentar las bases del futuro céltico. Y llegó el primer día de competición. Lo que suponía que iba a ser una adaptación progresiva con un papel menor en sus primeros pasos en la NBA, se transformó en una oportunidad que no podía dejar escapar. La lesión de Gordon Hayward fue un duro golpe para Boston, pero gracias a Jayson y a una excelente cohesión grupal, impulsada por Brad Stevens, el equipo respondió de forma admirable. Tatum no es un rookie al uso. Juega como un veterano, siempre elige muy bien, y posee una elegancia muy llamativa en la pista, con una gran capacidad para penetrar en la zona, pese a no tener una gran punta de velocidad, y una excelente colocación en la pista. Su gran porcentaje en el tiro de 3 viene determinado en gran medida por tiros abiertos en el lado débil tras inversión, que sabe seleccionar de forma magistral. Tener marcas más pegajosas no le supone ninguna dificultad. Domina las fintas en salida abierta y cruzada, y posee un buen uso del eurostep. Su único defecto palpable es su incapacidad para definir con la izquierda, algo en lo que debe trabajar, y a buen seguro hará. En defensa su lectura es buena, y en un equipo que normalmente rota muy bien y que es de los más efectivos - o al menos lo era- hace un buen trabajo, con buena colocación defensiva, y es capaz de ayudar en el rebote e intimidar con sus largos brazos.
La única razón por la que Tatum no aparece como un candidato claro al ROY -aunque para mí si lo merece- es el hecho de estar en un equipo de primer nivel, compartiendo pista con jugadores de primerísimo nivel, como Irving y un jugador tan completo y versátil como Horford. Tanto él como Brown, están haciendo un gran año, ayudando a unos jovencísimos celtics a construir algo importante, que dará sus frutos, sino esta misma temporada, en un lapso de tiempo muy corto.
Un grandísimo proyecto de jugador!!!
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