domingo, 10 de abril de 2011

¡REINVIDICACIÓN!

90 - Lagun Aro GBC (19+27+27+17): Salgado (18), Lorbek (13), Panko (21), Miralles (6), Doblas (2) -cinco inicial- Uriz (6), Baron (17), Kone (6), Lasa (1), Alfonso Sánchez.

67 - Unicaja (16+22+12+17): Almazán, Freeland (26), Mcintyre, Archibald (5), Fitch (9)- cinco inicial- Berni Rodríguez (2), Carlos Jiménez (2), Tripkovic (5), Blackney (4), Garbajosa (4), Sinanovic (7), Blanco (3).

Árbitros: Mitjana, Montserrat y Castillo.

Incidencias: 5.000 espectadores en el San Sebastián Arena 2016.


El baloncesto tiene estas cosas. Ante un rival poco propicio, el GBC resurgió de sus cenizas cual ave fénix. Menos preciar al rival que se tiene enfrente siempre acarrea un duro castigo, y el que se llevó Unicaja fue el que se ganó en la cancha, tras deambular por la pista durante la mayor parte del partido. Sólo Freeland demostró su cache. Y aunque es un jugador con una calidad impresionante, el sólo no puede doblegar a un equipo rabioso y motivado como vimos ayer. Habría que preguntarse la razón de unos cambios tan profundos en la intensidad entre unos choques y otros. El acierto siempre puede variar, pero la intensidad no debe hacerlo tan acusadamente. Llega el momento de disfrutar de la victoria, tras largas semanas de decepción acumuladas. El GBC aprovechó las facilidades que le otorgó la defensa malagueña y le castigó brutalmente desde el exterior. Experimentó una gran mejoría en defensa, manejando conceptos interesantes, como no suele hacer habitualmente. Quedó demostrado que saben y pueden hacerlo. Ahora queda repetir lo que tan bien se llevó a cabo. El buen trabajo siempre hay que refrendarlo.

El primer cuartó comenzó con Joel Freeland dominando el juego de ataque andaluz. Todos los balones pasaron por él, y castigó a Doblas una y otra vez. Sorprendió ver que un quinteto con Freeland y Archibald fuese David quien se encargase de Freeland, ya que el escocés se ajusta mejor a las cualidades defensivas de David Doblas, y posiblemente Miralles podía seguir con más opciones a Freeland cuando este se abriese a varios metros del aro. El GBC por su parte tenía problemas para encontrar posiciones cómodas, y se afanaba en buscar posiciones exteriores sin molestarse buscar a sus pívots, ya que la superioridad de centímetros de los pívots de Unicaja dificultaba el progreso hacía el poste bajo de los postes donostiarras. Sin embargo pronto se pudo ver que el GBC iba a resultar vencedor en una batalla que venía perdiendo partido tras partido: el enfrentamiento con los directores rivales. Ni T-Mac ni Blackney eran capaces de llevar el ritmo de juego, y aunque trataban de defender fuerte nunca pusieron en aprietos a los bases del GBC. Con Panko muy activo el GBC se sacudió poco a poco los nervios del inicio y fue metiéndose de lleno en el partido. Se controló mejor el rebote defensivo, lo que entrañaba una gran dificultad en esta oportunidad dada la envergadura de las torres malagueñas. Sinanovic empezó fuerte, pero cometió tres faltas rápidas que lo llevaron de nuevo al banquillo. El GBC acabó por delante el primer cuarto, aunque no acababa de encontrar por el momento una fluidez ofensiva demasiado esperanzadora. 19-16.

El segundo cuarto comenzó con un Unicaja desdibujado, visiblemente desconcentrado y con varios de sus jugadores muy desacertados tanto adelante como atrás. El GBC castigó esta bisoñez con gran eficacia desde la línea de tres. Una vez más cabe destacar el trabajo en ambos lados de la pista de Domen Lorbek, que parece un jugador completamente distinto en esta segunda parte de la temporada. Tomen nota. Jugar con confianza tiene estos beneficios. El Unicaja permitió los lanzamientos de los jugadores del GBC en posiciones abiertas y prácticamente sin oposición, sin que el equipo donostiarra precisara de realizar muchos movimientos para encontrar al compañero libre. Una circulación de balón excelente. En Unicaja sólo Freeland parecía estar presente. Ni Fitch, ni Blanco, ni Archibald, ni Tripkovic. Missing in combat. La defensa exterior del GBC no era la de otros días. Los exteriores malagueños no pudieron jugar cómodos en ningún momento, y sólo podían recurrir a Joel. En este cuarto el GBC ha sido muy superior. 27-22. Pero lo mejor estaba por llegar.

El tiempo de descanso terminó con una pregunta flotando en el aire. ¿Cómo saldría Unicaja? El conjunto malagueño subió la intensidad defensiva, pero el GBC le respondió de la misma manera. Al principió tuvo problemas en el ataque estático, pero fueron solucionados por Salgado que se mostraba especialmente acertado en el lanzamiento. El de Santutxu necesitaba un partido así. En este periodo llegaron a mi juicio los mejores minutos defensivos de la temporada. Se defendió mejor el pick&roll directo, los pívots salieron a realizar a las ayudas defensivas para parar a los exteriores del Unicaja en el momento preciso, y fueron capaces de recuperar su posición con premura. Los cambios defensivos se sucedían, pero los jugadores del GBC se apresuraban por recuperar sus emparejamientos, mostrando una intensidad y rapidez inusitadas ¡Bravo! Esto es defender. Lo que se estaba esperando toda la temporada por fin llegó a Illumbe. Sería injusto destacar en este trabajo de equipo como es la defensa a un jugador en particular, pero me dejó muy satisfecho, como Salgado pasaba los bloqueos que le ponían por detrás, y recuperaba a su par rápidamente. En ataque al Unicaja le llovían por todos lados. Baron, Salgado, Lorbek…y Panko. El momento de Andy es espectacular, tanto de tres como de cuatro. Las metió de todos lados, y Garbajosa parecía frustrado. No sabía cómo pararlo. ¿Cuándo está en racha quien puede hacerlo? 27-12
El último cuarto fue de puro trámite. Unicaja salió a presionar en toda la pista. La buena noticia es que el GBC salió sin excesivas dificultades de la fuerte presión. Apenas perdió balones a lo largo del encuentro, una de las eternas claves en el mundo de la canasta. Con el rebote controlado y las perdidas minimizadas, el Unicaja se vio impotente para recortar la diferencia. El partido tenía un dueño desde hacía mucho tiempo. Lasa fue premiado con más minutos al final del encuentro, para alborozo de la afición local. 17-17. Al final del encuentro, 90-67, una ventaja abultada pero justa premio a un trabajo coherente y bien hecho. Lo que sí recomendaría es que viesen el excelente trabajo defensivo realizado sobre todo en el tercer cuarto. Esa es la seña de identidad que hay que adquirir. No hay que olvidar el partido de ayer. Hay que refrendarlo. Los tiros no siempre entran, pero el trabajo defensivo siempre ha de ser como una orquesta bien afinada e intensa. ¿O no?

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