domingo, 6 de enero de 2013

Crédito Agotado




Llevamos tiempo esperando un punto de inflexión, y hoy nos ha abofeteado en pleno rostro. No del tipo del que estábamos esperando, del que nos prometieron tantas veces y que nunca llegó. Más alla de unas carencias técnicas evidentes y sangrantes, lo más preocupante es una actitud indolente y poco responsable, que deja en entredicho la profesionalidad de un grupo.

El GBC es un equipo roto, sin cohesión de ningún tipo, y una caricatura del magnífico equipo que maravilló la temporada pasada. Los jugadores no creen en lo que hacen, y eso se nota casi a cada segundo que permanecen en la pista. Discursos echando balones fuera son ahora mismo atrevidos e incluso insolentes. En este caso "La verdad no está ahí fuera", sino dentro. Deberíamos ser justos con lo que tenemos delante, y dejar de saborear una temporada pasada, que ya debería estar digerida y hasta reciclada. Las cosas no funcionan, y la imagen es la más lamentable que ha ofrecido nuestro equipo en su corta historia.

 El crédito acumulado por Sito es grande, pero como en la vida, todos somos esclavos de nuestras palabras y acciones. Y en pos de lo que es correcto, el teje maneje con la rescisión del contrato hubiera podido afectar a la química interna. O quizás no. Sólo es una conjetura, que entra dentro de lo posible, o incluso de lo probable. Y aunque no fuese de este modo, hay algo podrido en Dinamarca, como se suele decir.



La decisión de la directiva es firme al parecer. Confianza ciega en el coach. Entonces no queda más que sacar las manzanas podridas del cesto. Queremos creer que se trata de los jugadores recién llegados, lo contrario sería de lo más preocupante. Adelante. Con firmeza. Primero a resolver el problema de la actitud - aunque suene increíble en un equipo profesional que entrena a diario- y luego pulir las carencias, que son tantas y tan variadas, que se necesitaría mucho tiempo para enumerarlas de una en una. Hemos oído tantas veces la misma diatriba que ha perdido su sentido. No se duda de su sinceridad, pero donde se habla es en la pista, y lo que suele observarse es un silencio sepulcral, una vez más.

Queremos que el equipo devuelva a la afición algo del orgullo mostrado tantas veces, ¿ o acaso es demasiado pedir?

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