domingo, 3 de marzo de 2013

Victoria imprescindible


94 - Lagun Aro GBC (19+26+28+21): Salgado (9), Papamakarios (9), Rubio (8), Paunic (11), Doblas (13)- cinco inicial- Woods (6), Neto (8), Finley (17), Díez (5) e Ibekwe (8).

90 - Basket Manresa (24+23+30+13): Arco (8), Devries (22), Hanga (16), Yanev (1), Asselin (19)- cinco inicial- Alex Hernández (13), Arteaga (8), Creus, Laviña (3), Kody y Palsson.

Árbitros: Arteaga, Bultó, Pérez. Descalificado por personales Alex Hernández.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la Jornada 23 de la Liga Endesa disputado en el San Sebastián Arena 2016 ante 6.000 aficionados.




La victoria de ayer no era obligada, era imprescindible. Imprescindible para seguir soñando, para continuar en una pelea harto complicada, impensable hace unos meses de lo más convulsos. Sin embargo, el triunfo no vino acompañado de buen juego. Fue una batalla ganada a pulso, a base de fé, pero con pocos argumentos baloncestísticos que inviten al optimismo. El equipo de Manresa llegaba entre algodones, con la lesiones de dos titulares bajo el brazo. Una escuadra magníficamente dirigida por Porscharnau - un gran entrenador sin duda-, capaz de sacar el máximo rendimiento de lo que tiene a su disposición. Un conjunto que apuesta por el baloncesto de ataque, pero que inequívocamente encaja muchos puntos. ¿Les suena de algo? Más debil desde luego en el juego interior, y que sufre enormemente en el rebote.

El GBC salió con unas consignas muy claras. Cargar mucho el rebote ofensivo, y se centraron más en un equilibrio entre juego exterior-interior que en el habitual festival de tiros de tres. Los lanzamientos estuvieron mejor seleccionados, y no hubo tantos precipitados como en otras ocasiones. Vimos un movimiento interesante. Un bloqueo en poste bajo/medio para una salida rápida del exterior hacía arriba, para una inversión de balón desde el lado fuerte. Se consiguieron varios tiros cómodos, con una ventaja clara. Queda aplaudir el buen trabajo semanal.

Lamentablemente ni la capacidad reboteadora en el aro rival, ni la mejor selección de tiro en algunas fases despejo el verdadero y principal problema de este equipo. La defensa. Una vez más hizo agua por todos lados. Tuvieron problemas en el juego de 1 contra 1 del joven y prometedor Alex Hernández; más pendientes del juego de pick&roll que de esta circunstancia. Pero sucede que no es un juego que el Manresa realice mucho y con eficacia. No son el UBB. El problema en la dirección de equipo sigue presente. Ambos bases realizaron un mal partido en esta faceta, y aunque no realizaron mal otras tareas deben mejorar en este aspecto de inmediato. No hay margen para el error.



El encuentro parecía en manos del Manresa, pero el GBC no se dejaba ir demasiado. Bien por rachas de acierto de unos u otros, y aunque a veces el encuentro resultaba demasiado loco resultaba entretenido por su alta anotación. Al llegar el último cuarto el equipo catalán se le vio más espeso, y tal vez más cansado. El GBC atinó a darle la vuelta con acciones de merito de Neto - exceptuando dos buenas decisiones cuando más quemaba el balón, realizo otro mal partido-, Doblas y Woods -no muy acertado tras el proceso vírico, pero asumiendo galones-. Espoleado por una afición nuevamente sobresaliente, el equipo donostiarra adquirió la dureza necesaria para cerrar un partido complicado, contra un rival muy incomodo, que realizo un partido sobresaliente, pero que le faltaron fuerzas para poder llevarselo. Aún dará mucha guerra en un futuro próximo. Lastima de la victoria del Fuenlabrada, que nos mantiene a la misma distancia; pero el espíritu es el adecuado. Imprescindible era ganar y se consiguió. A pesar de que el partido fue bastante plano. Toca mejorar para afrontar los próximos retos.

 


Morris Finley. Aunque no anotase en los últimos instantes hizo un gran partido. Letal adelante, y aunque sufrió atrás al principio - como todo el equipo- fue el único capaz de incomodar lo suficiente a Devries, bajando su acierto en los últimos instantes del envite. Un gran partido una vez más.

Woods. Aún sin entrenar toda la semana, aportó liderazgo y colaboró en la victoria conectando con Ibewke.

Rubio e Ibewke. No es quizás el partido más conveniente para enjuiciar su mejoría, ya que el Manresa con la lesión de Ramsell tiene allí un agujero insondable. Habrá que seguir su evolución el próximo encuentro, para que la confirmen o no.

La próxima semana otra final tan importante como esta. A partir de ahora todas lo son. Con el apoyo de una afición incansable, ¿ es posible la hazaña?

Apuesten por los romanos. 



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