martes, 7 de diciembre de 2010

Mi primera camiseta: Jordan? No!!!! John Starks!


Vagando por los recovecos de mi memoria hasta los olvidados días de mi adolescencia intente recordar que jugador había llamado poderosamente mi atención en aquellos días de juventud. Podría dar muchos nombres. En España Epi, Solozabal, Villacampa,Corbalan, Audie Norris, Fernado Martin, Drazen Petrovic y Arvidas Sabonis por citar algunos, y en la NBA que todos conocimos en aquellos años gracias al gran Trecet - que entonces se equivocaba igual que ahora- y al "sosainas" de Esteban Gómez, gracias al novedoso y estupendo programa conocido como Cerca de las estrellas.


No me preguntéis la razón por que ni yo mismo lo sé. Siempre he sido y seré de los Knicks. Ser de este equipo es como una religión, y por más que te decepcionen no puedes dejarlos. Después de las olimpiadas de Los Angeles 84, empecé a seguir la NBA con más atención. Aunque me espantaba la idea de que fueran a poner en el baloncesto FIBA una linea para los tiros de tres puntos. En aquel entonces pensé que era una locura y que aquello sería un desmadre - bien pensado, tenía parte de razón, ¿no?-. Después de aquella olimpiada he de reconocer que le tenía manía a un jovencísimo Jordan. Me parecía un jugador prepotente y tenía demasiadas canastas inverosímiles grabadas en mi cabeza jugando contra España en estas olimpiadas. Así pues seguí empecinado en observar los fútiles intentos de los newyorkinos por resurgir entre las cenizas cual ave fénix. Entonces irrumpió John Starks, un jugador que parecía venir de paso, pero que de inmediato se ganó el corazón de los asiduos al MSG. No era demasiado alto, ni demasiado atlético, pero era todo corazón y energía. Su ambición y lucha me cautivaron, y seguí su carrera con gran interés.Puede que recodéis su portentoso mate sobre Jordan y Horace Grant, o puede que le recodéis metido en una dura refriega, bien con los Bulls o incluso con los Heat, pues el bueno de John era un tipo apasionado y duro donde los haya.



Sin embargo, no era en absoluto una estrella, y mi búsqueda de una camiseta suya en la tienda NBA Center cerca de la parte vieja resultó infructuosa. Todo quedó solucionado con una llamada a mi padre, que por aquel entonces residía en New York para que me mandase una camiseta de John. Fue la primera camiseta que tuve de un jugador de baloncesto, y aunque he tenido otras que aludían a jugadores de mayor renombre, el recuerdo de está sigue siendo muy especial para mi. Como aquel primer amor que nunca se olvida!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Por qué nos gusta Jayson Tatum?