lunes, 16 de octubre de 2017

El aprendizaje continúa

67 - Gipuzkoa Basket: Dani Pérez (2), Salvó, Swing (13), Fakuade (14), Norel (9)- cinco inicial- Oroz, Van Lacke (12), Agbelese (7), Chery (5), Pardina (1), Sanz, Clark (4).

69 - UCAM Murcia: Hannah (9), Olesson (9), Tumba, Rojas (6), Soko- cinco inicial- Urtasun (6), Martíin, Kloof (12), Olaizola, Delía (6), Lukovic (9), Benite (12).

Árbitros: Cortés, Aliaga y Más.

Incidencias: 2.000 aficionados en el San Sebastián Arena 2016.


Tal como se preveía, el GBC tuvo un hueso duro de roer en el UCAM MURCIA, que puso un nivel de intensidad y dureza más propio de lo que el equipo de Fisac va encontrarse habitualmente en la competición. Podemos quejarnos amargamente de la excesiva dureza del equipo visitante, que fundamentó su vuelta al partido mediante un uso ilegal de la defensa con las manos, de contactos incluso poco deportivos, y que mediante argucias y marrullerías, principalmente por el intenso y aguerrido Rojas, que acabaron por desquiciar a un habitualmente ordenado GBC. 



La hoja de ruta de los de Ibon Navarro era previsible y clara. Y la vamos a ver una y otra vez, en cada partido que juguemos: parar a Norel casi a cualquier precio. La defensa de Tumba incomodó al excelente poste holandés, que nunca estuvo cómodo y estuvo titubeante en la definición. En el primer cuarto, el GBC pudo encontrar otras soluciones, utilizando el pick & roll central, pero a medida que el equipo visitante fue endureciendo el partido, ante la pasividad del trío arbitral, comenzó a tener serias dificultades. El criterio arbitral era diferente en ambas zonas, y el equipo local pecó en ocasiones de inocente, y no mostró el suficiente oficio. Cayó en las argucias y marrullerías de su rival, y se desconectó del partido durante algunos minutos. La falta de experiencia quizás pasó algo de factura. 



El partido estaba destinado a ser cerrado, y el Murcia, aparte de defender con intensidad y con pocas fisuras, en ataque estuvo romo y bastante desacertado, y algunos errores defensivos le permitieron tomar una ventaja de cinco puntos a falta de poco tiempo para finalizar el partido, que con el ritmo de anotación imperante en el partido parecía casi definitiva. Sin embargo, al GBC nunca se le puede dar por muerto, y a base de casta e intensidad volvieron a acercarse y meterse en la lucha por la victoria. Luego vino una de las faltas antideportivas más rigurosas que he visto nunca, y una serie decisiones arbitrales absurdas en un lado y en otro, que acabaron por desquiciar a propios y extraños. Aún me pregunto como es posible que el coach visitante se marchase a su casa sin una falta técnica, tras meterse en el campo varias veces, pasarse protestando todo el encuentro - al igual que Porfi Fisac, que sí que recibió una falta técnica - ¡y recibir el primer aviso en el minuto 37! Aquí murió el partido, con un GBC, que quizás debió ponerse a defender al mismo nivel que el Murcia, en lugar de entrar en sus provocaciones, y faltó un poco de orden para encontrar mejores opciones, ya que jugaron demasiado juntos, dificultando el desarrollo del juego. 



Cheri debe mejorar mucho en defensa y en la toma de decisiones. Aunque sea un combo si no hay una ventaja al venir de transición, no se puede jugar tiros al primer segundo del ataque, sin opción de buscar un sistema, o incluso posibilidad de luchar por el rebote. Gustó mucho Xabi Oroz, cuya progresión continúa a pasos agigantados. Hizo un gran trabajo defensivo, pasando los carretones de primero, y ajustando muy bien en defensa. Bien en ataque, pero le falta mirar al aro cuando la ocasión lo requiera. Debe atreverse. Está  pidiendo  más minutos a gritos. 

En definitiva, un partido para aprender de él, y en el que incluso sacado de su juego habitual, el GBC supo competir, y esta es una constante que va estar a garantizada a lo largo de la temporada. La línea de trabajo sigue siendo buena. Podemos estar satisfechos con la línea de trabajo a seguir.


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